Por Mau Santillana.
No hay duda. Es lo más parecido a una fiesta de boda, con destino exótico y milenario. Nada menos que China. En la escalinata del avión se puede ver a un grupo de amigos, que ríen y celebran. ¿Qué sitios visitaremos? Se preguntan en grupo. La Gran Muralla China de seguro, grita el más aventurero. El Templo del Cielo, gritan otros en coro. Las Tumbas de la Dinastía Ming, recomienda uno de los últimos que se sumó al grupo. Primer dato, los invitados a la fiesta son alegres y aventureros.
No hay duda. Es lo más parecido a una fiesta de boda, con destino exótico y milenario. Nada menos que China. En la escalinata del avión se puede ver a un grupo de amigos, que ríen y celebran. ¿Qué sitios visitaremos? Se preguntan en grupo. La Gran Muralla China de seguro, grita el más aventurero. El Templo del Cielo, gritan otros en coro. Las Tumbas de la Dinastía Ming, recomienda uno de los últimos que se sumó al grupo. Primer dato, los invitados a la fiesta son alegres y aventureros.
Pero no es cualquier grupo. Lo integra el Presidente, que
siempre intenta abrocharse el traje, sin éxito. Otro de los invitados es un ex
Presidente. Hoy flamante embajador plenipotenciario del Asia y además rostro
publicitario de un vino.
Martita, se acerca y le arregla el nudo azul de la corbata.
De seguro piensa que Lalo- como ella le
dice-, viste estupendo para la ocasión. Pero nada es gratis. Su fundación
sin fines de lucro, recibirá unos 100 mil dólares por los derechos de imagen. Todo
un descubrimiento, diría Usted. Segundo dato, la boda tiene vino con que
brindar.
Pero no viajan solos. Los acompañan empresarios y
parlamentarios. También los hijos del Presidente. Sebastián y Cristóbal, el
segundo, es psicólogo, y un hombre de Cencosud. El dueño del Costanera Center,
sabe con certeza que tener al hijo del Presidente en su Compañía, puede
resultar muy atractivo. Así funciona la
elite. Relacionamiento estratégico, le llaman los expertos.
China resulta seductora, dinástica, exótica y además
atractiva. Interesados por la
tecnología, - los hijos del Presidente-
la llamada 5G, internet de las cosas y las ciudades
inteligentes, de seguro estos emprendedores, como les gusta llamarse, volverán con alguna idea de negocios para la
familia. No hay nada de que temer. El papá invita.
En la radio Bio Bio, el italiano, ya vociferó que llevar a
los hijos en la delegación oficial, es nepotismo. Y sentenció que los hijos del
presidente Piñera debieran ir de manera privada a China.
Por su parte el Canciller, que baja detrás de la avanzada, se
muestra preocupado. Vive un dilema existencial. Declarado abiertamente
converso, y un enemigo del comunismo, ahora en China guarda silencio cómplice
respecto de los derechos humanos.
La matanza de Tianamen no cae en su agenda. De pronto se ahoga
en el silencio y parece no recordar lo sucedido en el año 1989. Pero el Presidente
se manda una cita para el bronce “Cada uno tiene el sistema político que
quiere darse”. Parece una nueva frase del Volumen Nº 3 de piñeracosas.
Con esta declaración el viaje a Cúcuta y todo el show de la
frontera. ¿Se acuerdan? Queda en nada. Con la melodía de Frank Sinatra, “My
Way” (Doctrina a mi manera) la boda al menos tiene música de fondo y los
servicios secretos chinos (MSS) bailan, graban todo, pero tampoco comprenden. En
Caracas, Maduro agradece.
La cena se acompaña con abundante vino y champagne. Martita
sigue brindando con el vino de su marido (Llamado Presidente Frei). Por su
parte, Andrónico se molesta con Giorgio,
que desde Valparaíso, y mediante un tuiter reclama por la ausencia de
Codelco. El empresario minero es tajante
y le responde “No vine a vender a Shanghái, sólo vine a regalar”.
Por su parte, Cecilia, la Primera Dama, la más recatada de
todas, se le ocurre aquello impensado. Pide ir a visitar la Ciudad Prohibida y
de la Plaza de Tianamen. Silencio en la delegación. Roberto, el Canciller, se
atraganta. Luego se abre la camisa y sale a tomar aire. Luego de una pausa, sugiere brindar y todos alzar
las copas. Hasta los hombres del MSS, se animan y prueban algo de vino.
Lejos de Beijín, las cosas no resultan tan alegres. En La
Moneda buscan la forma de sortear una nueva crisis, por los WhatsApp del primo
y el desastre de Rancagua, que sigue con
nuevas sorpresas. Pero además, se viene otro problema por afrontar. El caso del
Obispo Durán y su hijo y los estrechos nexos con el Presidente. Del Diputado
Durán, ex Gobernador del primer gobierno de Piñera, nada se sabe. Según Informe
Especial de TVN, el parlamentario sigue desaparecido. Debe responder varias
preguntas, entre ellas, que pasó con los 40 millones de pesos, entregados por
el gobierno y que fueron a parar a su Fundación.
La fiesta hace rato terminó. El vino y el champagne se reparten
entre los últimos comensales. Los trajes azules y los
vestidos elegantes se han retirado. En Santiago, es media tarde y varios funcionarios en el
palacio de gobierno, monitorean con desmenuzada atención , la gira
presidencial. Deben estar preparado. Cualquier cosa puede suceder.