viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Cuba sin bloqueo?

Por Jorge Montecino *

Los gestos entre La Habana y la Casa Blanca, son tan extraordinarios, que nadie puede quedar inadvertido. Para una inmensa mayoría de cubanos, el bloqueo nació con ellos y se ha transformado en un factor inseparable, y en un catalizador de privaciones y fatalidades.


Nadie duda que estamos viviendo un momento histórico en las relaciones EEUU- Cuba. El mundo entero ha quedado perplejo ante los anuncios del día 17 de diciembre, que notifican el fin de las hostilidades y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Esta situación me llevó a recordar un hecho simbólico ocurrido en los años noventa en la imponente embajada de la ex URSS en La Habana. Por pura casualidad pude presenciar el retiro definitivo de la bandera del estado soviético  y el izamiento del emblema de la naciente federación Rusa. Ese acto histórico implicaba que nada volvería a ser igual.   

La historia nos vuelve a sorprender. Los gestos entre La Habana y la Casa Blanca, son tan extraordinarios, que nadie puede quedar inadvertido. Una periodista cubana, de un medio oficial, calificó el día 17 como el más feliz de su vida. Y tiene toda la razón. Para una inmensa  mayoría de cubanos, el bloqueo nació con ellos y se ha transformado en un factor inseparable, y en un catalizador de privaciones y fatalidades.

Con la historia hay que ser honesto. Yo había perdido la esperanza de ver a Cuba sin bloqueo. Tampoco pensé que un presidente de los Estados Unidos, sería capaz de reconocer que su país intentó desestabilizar a Cuba sin éxito alguno, por más de 50 años. Por tanto, hay que reconocer la valentía del Presidente Barack Obama, para tomar una iniciativa, que tendrá repercusiones en la política domestica de los Estados Unidos.   

El bloqueo tiene la culpa de todo, era una frase recurrente en Cuba, a pesar de que muchos sabían que no era absolutamente toda la verdad. El bloqueo se utilizaba para justificar situaciones inexplicables. Una vez, un diplomático cubano me dijo, que el día en que quiten el bloqueo, nadie sabe con certeza lo que pasará. No estamos preparados para vivir sin el bloqueo norteamericano, me dijo, sin vacilación alguna. 

Por tanto, lo difícil viene ahora. ¿Cómo vivir sin bloqueo? Aunque parezca extraño, después de 50 años de vivir pendiente del embargo, levantarse y saber qué un día no existirá es una sensación insólita. Para bien o para mal, Cuba es fruto del bloqueo.  

Además, el vecino que por tantos años hostigó a Cuba, hoy renunció a ser adversario y propone un escenario de colaboración y entendimiento mutuo. En enero una delegación del más alto nivel estadounidense, viajará a Cuba, demostrando con ello, que La Habana, merece volver a la normalidad y vivir integrada a la región y al continente.

Por otra parte, la columna firmada por los secretarios de Estado, John Kerry; de Comercio, Penny Pritzker, y del Tesoro, Jacob Lew, aparecida en el Miami Herald, el día de ayer,  ratifica que el proceso de apertura de los Estados Unidos hacia Cuba, es irreversible. Además, es un claro mensaje a los sectores cubanos más conservadores que viven en La Florida, para que moderen su discurso y cambien su actitud.    

En Cuba los festejos por el fin de año, estarán llenos de expectativas. Los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro, han notificado al mundo el fin del enfrentamiento, y la llegada de la cooperación.

En un balcón habanero, se pudo ver la bandera de los Estados Unidos, que flameando junto a la enseña cubana, unidas por un simple madero. Es un ejemplo de los nuevos tiempos que corren. El fin del bloqueo tarde o temprano será una realidad.

Cuba, merece una relación con Estados Unidos, sin miedo, sin injerencias odiosas. Sin que vuelva a repetirse la teoría de la fruta madura, y por supuesto sin bloqueo. Tampoco podemos olvidarnos de Guantánamo, que debe ser devuelta a Cuba.

Por otra parte, comprendo perfectamente, al igual que en los años noventa, que nada volverá a ser igual.


*El autor es analista político.



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